sábado, 24 de abril de 2010

El Goce de sus Ojos

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Volví la mirada a sus ojos
y ensueño sentí de un instante…
¡Hermosos, sus ojos hermosos!
Ahora me siento aberrante.

En la ilusión, ansío verlos,
en el sueño, quedo vacío.
Si en la gloria puedan ellos
con mi angustia… ¡cuanto lo ansío!

Poder apreciar su belleza,
poder retener su color,
poder aprender su esencia…
¡poder olvidar mi dolor!

“En su mirada espero, día
tras día, espero aguantar
lo fuerte que encierra y confía
el alma presente a llorar”.

Y así, en sus ojos suplico,
salir de la angustia eterna,
que lleva un sentir maldito
el alma que llevo interna.

jueves, 15 de abril de 2010

José Ángel Buesa " Poeta Enamorado"


Poesía en Homenaje a José Ángel Buesa
(2 de Septiembre, Cruces, 1910 - 14 de Agosto, República Dominicana, 1982) Un gran poeta dominador y artífice de la melancolía y del amor, a quien considero un ídolo, con el cual me identifico demasiado en cuestiones de poesía y sentimiento, ya que sus composiciones me han tocado el espíritu, debido a los increíbles homólogos a mi vida.


Canción de la navidad
Entre la muchedumbre que ríe y se divierte
por las iluminadas calles de la ciudad,
me llega tu recuerdo con un sabor de muerte,
mujer de mi tristeza y mi felicidad.

Y, así, esta noche alegre tengo los ojos tristes,
tristes de la tristeza de ir contigo y sin ti,
mujer que existes y no existes,
mujer que nunca tuve, pero que ya perdí.

Voy andando en la noche, desterrado del mundo,
y de pronto, surgiendo de entre la multitud,
me sale al paso un perro vagabundo,
desorientado y triste como mi juventud.

En sus húmedos ojos se duplica mi ensueño,
y los dos nos miramos con un mismo dolor:
Él, un perro sin dueño;
yo, un hombre sin amor.


Poema del Secreto
Puedo tocar tu mano sin que tiemble la mía,
y no volver el rostro para verte pasar.
Puedo apretar mis labios un día y otro día...
y no puedo olvidar.

Puedo mirar tus ojos y hablar frívolamente,
casi aburridamente, sobre un tema vulgar,
puedo decir tu nombre con voz indiferente...
y no puedo olvidar.

Puedo estar a tu lado como si no estuviera,
y encontrarte cien veces, así como al azar...
puedo verte con otro, sin suspirar siquiera,
y no puedo olvidar.

Ya vez: Tú no sospechas este secreto amargo,
más amargo y profundo que el secreto del mar...
Porque puedo dejarte de amarte, y sin embargo...
¡No te puedo olvidar!

La pena sin olvido
“Yo conozco la pena sin olvido
de tu melancolía de mujer,
como un rosal que nunca ha florecido
o que no lo dejaron florecer.

El corazón te duele en un latido
que lo atraviesa igual que un alfiler,
pues no hay amor, por triste que haya sido,
más triste que el que nunca pudo ser.

Y es que tu amor era una flor prohibida,
y ya no hubo más flor para su vida
calladamente fiel a un solo amor;
y ése es el luto que hay en tu mirada,
ese luto de novia abandonada,
tan parecido al de un rosal sin flor...”

Autor Poemas: José Ángel Buesa

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