lunes, 23 de agosto de 2010

Coreadme en el Gehena



Maldita el alma al averno, vencida,
en negruras inmersa has poseído;
siniestro abrigo brindaste al dolido
infundida en las cuencas de mi vida.

Marfil del cielo en el alba escondida
de los rayos profundos del olvido,
germina como el clavel colorido…
manifiesto en tu vida dividida.

Heme rendido aquí gritando al vuelo:
¡soy el guerrero recio en fuerte duelo
par del destino oscuro, duro y cruel!

Caballero que muerde tez de hiel
gritaré en el abismo vivo amado:
¡nunca elegí haberme enamorado!

sábado, 14 de agosto de 2010

Arrepentimiento







Un trago de agua nueva confundió mi acento; 
fue un sorbo presuroso, no lo supe beber.
Mis labios se entregaron, por lo cual me arrepiento.
¡Jamás hubiese dado mi soberbia a perder!

Aquel maldito trago debilitó mi intento
de lograr indolente rechazar el querer.
Hoy me arrepiento, tonto, con un clemente aliento.
¡Jamás hubiese dado mi soberbia a perder!

La copa esplendorosa que derrama al amor
se derramó a caudales en mi vil conocer.
Me siento, indispuesto, sin hallarle favor

a este veneno negro, destructor de mi ser.
Surgió melancolía, desengaño y horror…
¡Jamás hubiese dado mi soberbia a perder! 

Disparidad