“¡Muérete miserable que mendigas alegría;
púdrete sórdida ramera de fútil precio;
ahórcate como yo imbécil que padeces carne enfermiza,
que ya soplara furioso sobre ustedes el infierno!”
Y así, gritando con la voz siendo torcida
aquel blasfemo en el patíbulo suelta su peso,
y su cuerpo revoloteando cuelga enseguida
de la soga que abraza su viral cuello.
El pueblo como fantasmas, prefieren dar déspotas risas,
y la presa que es martirizada gruñe con ojos ciegos.
y así queda entonces, aquella irrisoria faz sombría,
que antes solía ser un sentimiento perfecto.
1 comentario:
Hola ^^
Estuve ausente un extenso tiempo pero aún así no olvido de leer ningún comentario, no quería dejarlo pasar para más tiempo así que hoy decidí entrar en aquellos espacios que me visitan por medio de búsqueda, o azhar.
Muy agradecida por sus palabras, es para mí un privilegio que alguien destine parte su valioso tiempo en leer actualizaciones mías.
Con gusto acepte su pedido de pasar a leer sus escritos, para mí la lectura es un placer y sin dudas no ha defraudado mis espectativas, en cuanto a calidad y a contido. Me gusta descubrir nuevos mundos, y dejarme sorprender por el inimaginable caudal de palabras que se ensamblan formando así una obra digna de aprecio.
Otra cosa que tengo muy en cuenta es la dedicación y el contexto que rodean sus entradas.
En todos los aspectos excelente! Es de mi gusto y agrado la temática de su blog, más no podría pedir.
Seré parte de sus seguidores, y cada vez que guste compartir, estaré disponible para leerlo.
Besos, Hasta la próxima ;)
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